- El Instituto Corazón de la Tierra, como parte de esta red internacional se suma a este posicionamiento respaldado por más de 130 organizaciones de 60 países.
- Living Lakes insta a las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático a aplicar políticas nacionales que frenen la degradación de lagos y humedales, y que promuevan su conservación para mitigar el cambio climático.
El manejo adecuado de los lagos y humedales representa una de las más poderosas Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) para la mitigación y adaptación al cambio climático. Son sumideros de carbono muy eficientes que almacenan entre tres y cinco veces más CO2 que los bosques tropicales. Además, como amortiguadores naturales, los humedales desempeñan un papel fundamental en la reducción de la vulnerabilidad de los sistemas humanos y naturales a los extremos climáticos. Los humedales costeros, como los manglares, protegen las costas de la subida del nivel del mar y las mareas de tempestad, mientras que los humedales continentales mitigan las inundaciones y las sequías regulando los flujos de agua.
Con motivo de la 29ª Conferencia de las Partes (COP29), que se celebrará en Bakú (Azerbaiyán) del 11 al 22 de noviembre de 2024, Living Lakes hace un llamamiento a la acción urgente para dar prioridad a la restauración de los humedales como solución climática estratégica. En la COP29, “Instamos a las Partes a integrar la restauración de los humedales en sus contribuciones determinadas a nivel nacional, garantizando que las SbN dependientes de humedales sean reconocidas como un componente vital de los planes climáticos nacionales”, afirma Thomas Schaefer, Coordinador de Living Lakes.
¿Por qué necesitamos restaurar los lagos?
En el posicionamiento, respaldado por más de 130 organizaciones de alrededor de 60 países que trabajan en la conservación de lagos y humedales, Living Lakes sostiene que “la implementación de la restauración de humedales a gran escala puede contribuir significativamente a alcanzar el objetivo de 1.5 °C en el marco del Acuerdo de París”. Los humedales y lagos tienen un alto potencial de secuestro de carbono azul/térmico cuando se encuentran en buen estado ambiental y se gestionan eficazmente, y son una poderosa herramienta para hacer frente a los retos ambientales, climáticos y socioeconómicos. Sin embargo, los humedales degradados pueden convertirse en fuentes de emisión de carbono, lo que demuestra que la conservación, la gestión eficaz y la restauración de los humedales son soluciones eficaces y de bajo costo basadas en la naturaleza contra los impactos del cambio climático, incluida la escasez de agua.
La Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas subraya que el 85 % de los lagos y humedales están destruidos o muy degradados. “Debemos poner en marcha ahora acciones audaces que reconozcan el inestimable papel de los humedales. Dando prioridad a la restauración y conservación de los humedales, las Partes pueden dar un paso significativo hacia el cumplimiento de los objetivos climáticos mundiales y asegurar un futuro sostenible para todos”, afirma Thomas Schaefer.
Integración de lagos y humedales en los marcos del clima, la biodiversidad y la degradación del suelo
La conservación y restauración de los humedales contribuye a hacer frente a la crisis climática y también está intrínsecamente vinculada a objetivos mundiales más amplios que abordan la pérdida de biodiversidad y la degradación de la tierra, convirtiéndose en un componente clave en los marcos de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD).
Un tema clave en la COP29 será el financiamiento esencial para que los países reduzcan drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y protejan vidas y medios de subsistencia de los crecientes impactos del cambio climático. Living Lakes ha destinado financiamiento climático a la restauración de lagos y humedales, especialmente en países en desarrollo, donde los humedales proporcionan servicios ecosistémicos críticos a las poblaciones vulnerables.
Además, las organizaciones miembros instan a la comunidad internacional a incluir créditos basados en la restauración de humedales en los mercados voluntarios de carbono como solución que contribuye a mitigar el cambio climático al tiempo que mejora la biodiversidad.
La Red de Lagos Vivos (Living Lakes) advierte que esta transición hacia una economía baja en carbono no puede hacerse sin la participación de los pueblos indígenas, las comunidades locales, las mujeres y los jóvenes, que dependen de estos ecosistemas para su subsistencia y sus prácticas culturales; casi mil millones de personas viven a menos de 5 km de un lago y en los países de Ayuda Oficial al Desarrollo, la mayoría de ellas dependen del agua potable de estas aguas dulces.
En 2020, 122 millones de personas dependían únicamente de fuentes superficiales de agua potable sin tratar en todo el mundo. Estas poblaciones corren un riesgo inmediato de exposición a enfermedades transmitidas por el agua, así como toxinas y productos químicos nocivos disueltos en la misma.
Por ello, Living Lakes insta a las Partes a incluir los lagos y humedales como una SbN esencial para mitigar y adaptarse al cambio climático, a fomentar una financiación adecuada para restaurar y mantener los humedales, y a incorporar las recomendaciones específicas descritas en el documento de posición dentro de los acuerdos de la COP29.
Mayor información sobre el posicionamiento: https://livinglakes.org/living-lakes-position-paper-for-conference-of-the-parties-cop29/